A veces creo que el hombre es el más absurdo de los seres que han poblado la Tierra. Mejor dicho, lo sé. En lugar de simplificar para asegurarse una larga existencia (a nivel de poblaciones, no de individuos) se empeña siempre en controlar todo a su alrededor.
A veces el simple existir es la mejor estrategia para que una especie perdure a lo largo de los eones, como hace el liquen, un matrimonio exitoso entre un hongo y un alga que no se prometen nada y lo comparten todo. Y aguantan todo lo que le echen. Vivir por vivir, sin mas aspiración.
Con todo el trabajo que supone querer conocerlo todo, somos incapaces de aprender de la propia evolución que el objeto de la vida humana no es distinto del de cualquier otro organismo. Tardamos más en madurar porque tenemos que prepararnos a conciencia para sobrevivir en el (eco?)sistema que hemos inventado. Eso sí son ganas de complicarse la vida. Pero vamos, que es lo que hay, y está bien para pasar el rato. Así es más emocionante.
Menos complicación = más probabilidades de éxito, en T O D O.
Be liquen, my friend.
