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sábado, julio 18, 2009

La Polilla - Llegados a este punto...






...echo la vista atrás, en un atisbo de encontrarme a mí misma sirviéndome de este muro de las lamentaciones. Topo con el post 'El resplandor' (no resulta un nombre mágico?). Releo. 'Repienso'. Llego a la conclusión de que todo ocurre por alguna desconocida y puede que lejana razón.

He dejado mi fortaleza por el camino, supongo que tenía que tirar algo por la borda para aligerar equipaje en mi ruta hacia la madurez. Pero no me está gustando nada, porque a día de hoy me percato de que me equivoqué de maleta.

Ahora no se cómo recuperarla, podría lanzarme al mar, perderme con la esperanza de llegar con vida a... a donde sea, pero firme, y ante todo, con mi maleta. Y ya buscaré la manera de seguir. O puedo continuar sin ella, viviendo la vida de una persona que nada tiene que ver con quien era antes, y esperar, esperar, esperar, siempre esperar a que el universo entero cambie para adaptarse a ¿mí? o a esa que está escribiendo.

Me seduce la primera de las opciones, pero me faltan medios. La segunda sólo requiere ser paciente, una cualidad que nadie me hubiera atribuido en tiempos pasados, tampoco en presentes. Y para qué engañarnos, ni yo misma. Por el camino número 1 viviré experiencias que puede que no quiera repetir, pero las viviré. Y eso me curtirá. Por el número dos no viviré. Seré ignorante, 'descomprometida' (como puede no venirme a la cabeza una palabra que figure en el diccionario y que signifique eso?) comodona y quiescente, justo eso en lo que jamás pensé o quise convertirme.

Qué debo hacer, aguantar palos y crecer como persona o estancarme para no sentirme asquerosamente engañada? Por qué razón he de tolerarlo? Por qué mi imaginación teje venganzas, una por cada ultraje, como tiritas y vendas para sanar mi orgullo herido? Y a todo esto, POR QUE IBA A DARLE YO IMPORTANCIA A ALGO TAN RASTRERO Y TAN BANAL?

A partir de ahora voy a buscarme a mí buscando mi equipaje perdido, y voy a revivir mi filosofía, mi no-guión de vida, me olvidaré del tuerto que reina siendo el mas espabilado y no el más inteligente. Porque si hay algo de lo que debemos ser conscientes es de nuestras virtudes como de nuestros vicios, para ver como evolucionamos a lo largo de las diferentes etapas de la vida, y sobre todo para saber elegir qué maleta es prescindible y cuál no. Estoy en un crucero, no en el tour de Francia, estoy aqui para ser feliz, no la mejor.